La regeneración de la Civilización Occidental
La ideología del «buenismo» y la «corrección política» rechaza la civilización occidental, que ha pasado a ser el enemigo número uno, y no tiene precedentes en la Historia. Ninguna civilización ha proyectado una doctrina tan poderosa dirigida a su autodestrucción, es el producto del posmarxismo cultural y de la secularización de la sociedad (Stanley G. Payne).
Occidente se encuentra actualmente en un momento crucial, y Europa, según notorios historiadores, en una situación terminal: se niega a sí misma y está inmersa en un suicidio ético y cultural, así como biológico, consecuencia del anterior. La crisis de Occidente tiene sin duda una larga trayectoria, pero en ella es esencial el avance desde el siglo XX de ideologías de origen marxista, englobadas hoy en el denominado «marxismo cultural», que se imponen de modo totalitario en regímenes considerados democráticos.
Los postulados de la ideología neomarxista del PENSAMIENTO ÚNICO de la «corrección política» –que incluye el “derecho al aborto” y la ideología de género–, aun perteneciendo al ámbito político, se aplican a todos los aspectos de la cultura y la sociedad. El avance hegemónico de esta ideología implica la destrucción de la identidad histórica y cultural de las naciones. Mediante las leyes y la manipulación del lenguaje se desarrolla en Occidente una fuerte ingeniería social para cambiar las ideas y las costumbres, y crear una sociedad que pone en crisis la vida misma y lleva a la destrucción de nuestra civilización, que es el objetivo.
En el origen de la acelerada decadencia moral y cultural de Occidente está la inclusión del aborto como derecho de la mujer en las legislaciones y su amplia aceptación social. Se vulnera el derecho fundamental a la vida y causa la eliminación legal de millones de seres humanos, en Europa en torno a tres millones cada año. La ideología de género persigue destruir la base antropológica en la que se asienta nuestra sociedad, su meta es lograr una sociedad sin clases de sexos, implantando la indiferenciación sexual por medio de la deconstrucción del lenguaje, de la relación familiar, la reproducción, la sexualidad y la educación. La denominada ‘perspectiva de género’, es normativa, imperante, y cada vez más intolerante. Se cumple proféticamente lo que anunció el destacado jurista, político e historiador Tocqueville sobre la degeneración de la democracia:“el despotismo democrático dejará de lado el cuerpo de los ciudadanos para ocuparse y apoderarse de su conciencia, y degradará a los hombres sin atormentarlos”.
Pero hay reacciones, en la sociedad civil y en la política, es un movimiento no organizado pero amplio de resistencia y alternativa, un ‘movimiento regeneracionista’ que busca recuperar la identidad de Europa. Se trata de ‘minorías creativas’ en el sentido del filósofo e historiador Arnold Toynbee, “Las civilizaciones superan retos, cuando las minorías creativas idean soluciones que reorientan a toda su sociedad, obrando como fermento de la misma”.
La regeneración de la Civilización Occidental y de Europa, devastada por las ideologías fundadas en el marxismo y por el liberalismo, requiere la recuperación de los grandes valores que la cimentaron, el aprecio y reconocimiento de sus raíces cristianas y el restablecimiento de los principios y criterios de la moral social, esencialmente el respeto y protección del derecho a la vida, en suma, requiere combatir por la recuperación de su identidad.